La situación es bastante simple, si hay una firma de la que se tiene alguna duda entonces se le somete a una prueba de pericia caligráfica para certificar a quien corresponde. Pero, aunque la cuestión es bastante básica, algunas veces es difícil definir en qué situaciones resulta útil y en que situaciones no, o pensar cuál es todo el alcance que tiene esta profesión.
Porque es posible que requieras de un perito caligráfico para resolver alguna cuestión judicial y no te hayas dado cuenta todavía. Y la cuestión es que las herramientas y los decretos existen, pero es posible que por desconocimiento no se esté haciendo uso de ellas.
Por esta razón, queremos hacerte una pequeña lista de los casos o situaciones en las que es útil realizar o pedir una prueba de pericia caligráfica.
Situaciones en las que es útil una prueba de pericia caligráfica
- Cuando una persona reúsa aceptar que una firma le corresponde: ya sea en un contrato o en cualquier documento legal que sea sellado con una firma electrónica o física es posible identificar la identidad de quien escribe, sin importar cuanto quiera negar dicha persona su autoría.
La prueba de pericia caligráfica será una prueba contundente para que esa persona acepte haber firmado y se haga cargo de sus responsabilidades legales.
- Cuando una persona asegura ser quien ha firmado y se sospecha que no lo es: simular la firma de alguien más es algo que puede suceder en diversas situaciones. Quien desea recibir beneficios de alguien más a favor de sí mismo puede utilizar la suplantación para hacerse acreedor de ellos.
- Cuando se desconoce el autor de un grafito: ya una carta o firma, por medio de una prueba pueden cotejarse escrituras de presuntos autores.
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