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¿De dónde salieron los peritos grafólogos?

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Los peritos calígrafos ayudan a cotejar escrituras para saber si realmente pertenecen a la misma persona. Aunque el reconocimiento de la grafología como disciplina surgió apenas en 1970 su surgimiento es muy anterior, y como todo alrededor de ella fascinante…

 

Más antiguo de lo que piensas 

 

Los peritos calígrafos de los que más antigua referencia se tiene se encontraban en el derecho romano clásico.  En aquella época, se conocían como Perito Agrimensor, para solucionar discusiones entre propietarios de terrenos y las peritas comadronas, que informaban sobre los resultados de embarazos, que luego pasaron a llamarse peritos ginecólogos, y que incluían tanto a hombres como a mujeres. 

 

Los peritos calígrafos, para reconocer la autenticidad de firmas y documentos empleando la técnica de cotejo de letras fueron oficialmente reconocidos en la edad media, y muy utilizados a partir de 1532, cuando las órdenes de personas de la nobleza debían ser verificadas, particularmente los edictos de impuestos. 

 

Durante la segunda mitad del siglo XIX esta disciplina se convierte en un referente a nivel europeo, por lo que se empieza a constituir en un punto de apoyo para la ciencia forense. En el siglo XX, alrededor del año 1901 se dará a conocer el Título de Perito como una nueva profesión, teniendo diferentes especializaciones, como mecánico, electricista, químico, industrial, textilero, y en 1970 oficialmente se inscribe el título de perito calígrafo. 

 

La pericia caligráfica se estudia en diferentes universidades tanto públicas como privadas, con diversos grados académicos, por lo que se puede tener un título como técnico o como experto en esta disciplina. En general se utiliza como una especialización de los estudiantes de psicología o de derecho, sin que ello sea requisito para estudiarla, pero sí se tiene un conocimiento previo en estas profesiones se entenderá mucho más fácilmente todo su contenido. 

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