Dentro de la pericia caligráfica son muchos los temas que se pueden evaluar, sin embargo, existen algunas diferencias entre los asesores y peritos que es necesario tener en claro, sobre todo en los casos jurídicos en los que pueden entregar sus testimonios e informes.
No debemos olvidar que la escritura tiene un carácter simbólico que hace parte de un modelo en el que se reflejan los estados físicos y psíquicos de las personas. Los asesores grafólogos determinan las características de personalidad basados en sistemas estadísticos, mientras que los peritos calígrafos pueden identificar la identidad de un escritor desde el punto de vista de autor con una prueba pericial.
Es decir que ambos cotejan la escritura, pero con objetivos distintos, el uno ubicado en la personalidad y el otro en la autenticidad.
Los peritos calígrafos normalmente tienen conocimientos de grafología, pero no todos los asesores grafólogos tienen conocimientos en pericia caligráfica por lo que se puede considerar que esta disciplina es mucho más especializada.
La diferencia de formación entre ellos dos es también académicamente de diversa intensidad, pues el asesor grafólogo tiene menos tiempo de estudio que el perito gráfico, pero ambos tienen una gran cantidad de experiencia para desarrollar en sus respectivos campos.
Ambos especialistas deben contar con características personales comunes como el rigor, la precisión, la seriedad, la paciencia, la continua formación y actualización además por supuesto de los avances en el mundo tecnológico.
Los peritos calígrafos pueden desarrollar sus actividades tanto en procesos forenses como en los de certificación de autenticidad de manuscritos o firmas, mientras que los asesores grafólogos pueden ayudar a concluir cuál es la personalidad de alguien a través de sus escritos.
Basado en su experiencia un perito calígrafo puede ayudar también a determinar la personalidad del autor de los escritos, así que ambas labores se complementan.
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