
La escritura robótica vio sus primeros albores a principios del siglo XVIII cuando inventaron máquinas que logran simular la firma de personas importantes como el presidente de Estados Unidos.
En 1930 se desarrolló el robot pen, que fue la primera versión del Auto Pen, que era capaz de grabar la firma de una persona, pudiendo variar la velocidad de ejecución de la misma gracias al operador y también al instrumento que se utilizaba.
Hacia el 2013 Sonny Cabernal fundó la industria Startup Bond, especializada en robótica, que contiene un software de escritura capaz de crear documentos completos replicando el patrón de escritura a mano de cualquier persona. Si bien el robot puede simular los movimientos de un bolígrafo operándolo a través de tres ejes que se mueven simultáneamente no logra transmitir las presiones que una persona aplicaría según su estado de ánimo.
¿Qué diferencias existen entre la escritura humana y la robótica?
Cuando una persona escribe está influida por diversos factores condicionales, tanto genéticos como psicológicos. Por ejemplo, la posición en que se toma el bolígrafo, la forma en que se apoyan el brazo y la muñeca, también si se es zurdo o diestro.
Si la persona está nerviosa, tiene una forma de escribir, un poco diferente a si lo hace bajo presión, con ansiedad, con ira o con tristeza.
Estas variaciones no pueden ser captadas ni reproducidas por un robot. por lo tanto, un perito calígrafo experto puede notar estas variaciones o no en un texto escrito y, aunque sean muy similares a la letra original de determinada persona podrá determinar si está hecha por la persona misma o por un robot a través de este software.
El testimonio de un perito calígrafo es muy importante en cuanto a la escritura robótica particularmente en el caso de los testamentos olográficos y notas de suicidio así que, puedes confiar en él para identificar si la escritura ha sido hecha a través de un software.
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aaaa (martes, 28 enero 2025 03:50)
Ante situaciones como la vivida por Juan, es fundamental que las universidades asuman un papel protagónico en la promoción de la inclusión y la igualdad de oportunidades para todas las personas, sin importar sus condiciones. A continuación, se proponen algunas acciones concretas que pueden implementarse, alineadas con los principios de respeto, pluralismo y diferencia:
• Evaluación exhaustiva de la accesibilidad: Realizar un análisis detallado de todas las instalaciones universitarias para identificar y eliminar las barreras arquitectónicas que dificultan el acceso y la movilidad de las personas con discapacidad. Esto incluye desde adaptar los accesos físicos hasta garantizar la accesibilidad de los espacios virtuales.
• Desarrollo de protocolos de inclusión: Establecer protocolos claros y específicos para garantizar que las personas con discapacidad sean consideradas en todos los procesos de la universidad, desde el acceso a la información hasta la participación en actividades académicas y extracurriculares.
• Capacitación del personal: Impartir formación continua al personal administrativo, docente y de servicios generales sobre temas relacionados con la discapacidad, la accesibilidad y la inclusión. Esta capacitación debe fomentar una cultura de respeto y sensibilidad hacia las necesidades de las personas con discapacidad.
• Creación de una oficina de atención a la diversidad: Designar un área específica dentro de la universidad encargada de atender las necesidades de los estudiantes, docentes y personal con discapacidad, así como de coordinar las acciones de inclusión.
• Adaptación de los procesos de selección: Modificar los procesos de selección para garantizar que las personas con discapacidad puedan participar en igualdad de condiciones. Esto implica adaptar los formatos de las pruebas, ofrecer ajustes razonables y garantizar la accesibilidad de las instalaciones donde se realizan las entrevistas.
• Promoción de la investigación en torno a la discapacidad: Fomentar la investigación en el ámbito de la discapacidad, con el objetivo de generar conocimiento y desarrollar nuevas herramientas para mejorar la inclusión.
• Colaboración con organizaciones de personas con discapacidad: Establecer alianzas estratégicas con organizaciones de personas con discapacidad para conocer sus necesidades y trabajar de manera conjunta en la búsqueda de soluciones.
• Sensibilización de la comunidad universitaria: Organizar actividades de sensibilización y concientización sobre la discapacidad, con el fin de promover una cultura de respeto y solidaridad hacia las personas con discapacidad.